Hay una frase que dice “el éxito está de lo que hagamos de nuestro tiempo libre” siendo aplicado para todas las áreas, especialmente el área del conocimiento. El aprendizaje es un aspecto fundamental de nuestras vidas, un elemento de la cotidianidad, aprendiendo de los otros y de lo otro; los descansos escolares por ejemplo son un espacio que tiene potencial para ser aprovechado en pro de la educación; con esto no me refiero a eliminarlos, sino proyectarlos como un espacio para el sano esparcimiento, donde por medio de la recreación en determinados conocimientos, comienzan a formar desde la infancia intereses que ayuden a marcar los pasos para el desarrollo de la vida y futuras aspiraciones.
Desde el Ministerio de Cultura en alianza con la “Secretaria de Cultura de Niñez, Infancia y Adolescencia” de la Gobernación de Antioquia Piensa En Grande se consolidó el año pasado un proyecto dirigido a las distintas instituciones educativas del municipio de Amalfi trabajando los “descansos pedagógicos”; este proyecto no puede solamente ser atribuido a una sola persona pues es por medio de la cooperación de los distintos actores educativos y culturales que fue posible desarrollar dicho programa, bibliotecarias, coordinadores, profesores y psicólogos permitieron emprender dicha actividad, personas con pasión hacia la educación y que ven más allá de las cuatro paredes, puesto que la enseñanza no es trabajo de uno, es un trabajo de todos, donde los medios para lograr los debidos objetivos educativos son extensos y sin límites.
El plan de desarrollo de “Antioquia Piensa en Grande” tiene como uno de sus ejes principales la educación, buscando reducir la “baja cobertura con calidad en educación inicial y los niveles de educación en los sectores urbano y rural”. El proyecto mencionado en el presente artículo es una propuesta potencial, donde por medio del acompañamiento del personal de las instituciones se proponen metodologías flexibles y adecuadas que fomentan el interés de los niños por aprender e inspirarlos en la continuidad de dichas pasiones o en la búsqueda de ellas; es por ello que se requiere formar no solo desde las aulas de clase sino también fuera de ellas, donde intervengan elementos que capten la atención de aquellos pequeños y se enseñe no solo desde lo textual, sino también de forma recreativa, por ello durante las distintas actividades se integraron elementos como títeres, con los cuales los niños debían representar la lectura previamente realizada, o el uso de instrumentos musicales que desarrollaran la inteligencia musical, construcción en bloques de juguete, entre otros son unos de los tantas tácticas utilizadas para difundir un espacio donde por medio de la cooperación se conoce al otro, se colabora con el otro y se conoce con el otro, porque no aprendemos solos, el transcurso de nuestra vida requiere de esos pequeños actores que nos llevan a desarrollarnos como mejores personas y a comprender aquellas pasiones y fortalezas que serán las bases de nuestro futuro no solo laboral sino en la sociedad.
Como bien expresa el programa de gobierno de Antioquia Piensa en Grande “La educación no se queda contenida en un solo espacio, discurre por todos los ámbitos de la sociedad y de la vida. Las escuelas ya no se siembran, sino que navegan, no son casas sino barcos. Una escuela que fluye e influye. No son lugares para la repetición, sino espacios para la inspiración. La formación es cada vez menos un acto solitario y cada vez más acciones solidarias”.